El movimiento ciudadano 15M inició un camino de toma de conciencia no solo destinado a promover una democracia más participativa sino también a contribuir en el despertar masivo del ser humano. “Las meditaciones diarias en Plaza Cataluña surgen de la vital importancia y prioridad para un cambio interior antes de manifestarse al exterior, un cambio de paz, luz, fuerza y amor interno para luego expandirse en paz, luz y amor mundiales”, explica Eugeni García, en representación del Grupo de Meditación para la Madre Tierra.
La iniciativa surgió a partir del movimiento 15M y ha habido noches en las que han participado hasta 100 personas y muchos más ciudadanos alrededor, contemplando la meditación. “Aunque muchos estaban disfrutando del evento sin meditar, incluso acudió la policía para comprobar qué estaba ocurriendo al concentrarse tanta gente”, recuerda García.
Y agrega: “la respuesta de los indignados en Plaza Cataluña a las meditaciones fue muy positiva aunque no siempre acudieron a las mismas. Por ello, indico que siempre respetando su libre albedrío recibimos con los brazos abiertos y calurosamente quien desee acudir a los encuentros”.
El objetivo de las meditaciones es que “fluya la luz, la vida, el amor universal, la sabiduría, el poder divino de la humanidad en su interior y se expanda al exterior iluminando y despertando al máximo número” de personas posible. En ese sentido, el Grupo de Meditación para la Madre Tierra acoge a cualquier “grupo, religión o movimiento que promueva honestamente la paz, la unidad y el amor fraternal en el mundo”.
“Las meditaciones diarias son una forma de acercar estas prácticas a la comunidad. La reacción habitual ciudadana es de gran interés y colaboración para hacerlo posible. También resulta una práctica muy sana para poder liberar tensiones y preocupaciones del día a día, esto provoca la atracción de muchos asistentes -que inconscientemente lo perciben- permaneciendo cercanos al círculo meditativo ya sea meditando de forma espontánea, descansando o simplemente sentados disfrutando del encuentro”, asegura a Noticias Positivas.
La cita es cada día a las 20:00 en la Plaza Cataluña y comienza cuando los asistentes se unen en grupos concéntricos rodeados por un círculo mayor que los envuelve a todos en uno. La persona que se encarga de dirigir la meditación se queda atenta y despierta protegiendo al grupo.
“Como anécdota quisiera destacar que acuden muchos diferentes tipos de asistentes y de clases sociales. No hay un perfil definido, hay personas de varios países, culturas, profesiones, religiones y procedencias. Resulta muy bella la integración y respeto que se produce”, remarca García.
El Grupo de Meditación para la Madre Tierra ha extendido la actividad mediante las redes sociales, contactos y correos electrónicos a otras ciudades y países y han recibido respuestas de apoyo de Ibiza, Valencia, Islas Canarias, Madrid, Argentina, México, Colombia, Perú y los Estados Unidos.
Y agrega: “la respuesta de los indignados en Plaza Cataluña a las meditaciones fue muy positiva aunque no siempre acudieron a las mismas. Por ello, indico que siempre respetando su libre albedrío recibimos con los brazos abiertos y calurosamente quien desee acudir a los encuentros”.
El objetivo de las meditaciones es que “fluya la luz, la vida, el amor universal, la sabiduría, el poder divino de la humanidad en su interior y se expanda al exterior iluminando y despertando al máximo número” de personas posible. En ese sentido, el Grupo de Meditación para la Madre Tierra acoge a cualquier “grupo, religión o movimiento que promueva honestamente la paz, la unidad y el amor fraternal en el mundo”.
“Las meditaciones diarias son una forma de acercar estas prácticas a la comunidad. La reacción habitual ciudadana es de gran interés y colaboración para hacerlo posible. También resulta una práctica muy sana para poder liberar tensiones y preocupaciones del día a día, esto provoca la atracción de muchos asistentes -que inconscientemente lo perciben- permaneciendo cercanos al círculo meditativo ya sea meditando de forma espontánea, descansando o simplemente sentados disfrutando del encuentro”, asegura a Noticias Positivas.
La cita es cada día a las 20:00 en la Plaza Cataluña y comienza cuando los asistentes se unen en grupos concéntricos rodeados por un círculo mayor que los envuelve a todos en uno. La persona que se encarga de dirigir la meditación se queda atenta y despierta protegiendo al grupo.
“Como anécdota quisiera destacar que acuden muchos diferentes tipos de asistentes y de clases sociales. No hay un perfil definido, hay personas de varios países, culturas, profesiones, religiones y procedencias. Resulta muy bella la integración y respeto que se produce”, remarca García.
El Grupo de Meditación para la Madre Tierra ha extendido la actividad mediante las redes sociales, contactos y correos electrónicos a otras ciudades y países y han recibido respuestas de apoyo de Ibiza, Valencia, Islas Canarias, Madrid, Argentina, México, Colombia, Perú y los Estados Unidos.
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